En el pueblo de Israel es costumbre recordar a los sabios de la Torá. A este día conmemorativo ellos llamarán Iom HaZikrón o también Yahrzeit. Aunque la literatura de la iglesia primitiva a menudo registra la manera en que los Discípulos de Ieshúa murieron, rara vez registra una fecha.
En la tradición de la Iglesia de Siria se ha preservado la fecha de la muerte Shaúl (el Apóstol Pablo). La fuente se llama “El Libro de la Abeja.” Fue compilado en el siglo XII por Salomón, el obispo de Bassora, y preserva mucho material con un sonido muy semítico, que puede realmente remontarse a los primeros discípulos judíos de Ieshúa. En el capítulo 48 se discuten las enseñanzas de los apóstoles y el lugar de sus muertes. Aquí está la sección sobre Pablo:
En la tradición de la Iglesia de Siria se ha preservado la fecha de la muerte Shaúl (el Apóstol Pablo). La fuente se llama “El Libro de la Abeja.” Fue compilado en el siglo XII por Salomón, el obispo de Bassora, y preserva mucho material con un sonido muy semítico, que puede realmente remontarse a los primeros discípulos judíos de Ieshúa. En el capítulo 48 se discuten las enseñanzas de los apóstoles y el lugar de sus muertes. Aquí está la sección sobre Pablo:
Pablo de Tarso era fariseo de secta, de la tribu de [Benjamín]. Cuando fue bautizado por Ananías, realizó muchos milagros, enseñó en grandes ciudades y sufrió numerosos peligros por el nombre del Mesías. Después fue a Roma para encontrarse con Kéfa (Pedro). Cuando dividieron el mundo entre ellos, y los gentiles cayeron en la suerte de Pablo, y la nación judía en la de Kéfa (Pedro), y habían convertido a muchos a la verdad del Mesías, Nerón ordenó que ambos murieran cruelmente. Entonces Simón (Pedro) pidió ser crucificado cabeza abajo, para poder besar esa parte de la cruz donde habían estado los talones de su Maestro. Al salir para ser ejecutados, conferieron la imposición de manos del sacerdocio a sus discípulos, Kéfa (Pedro) a Marcos, y Pablo a Lucas.
El texto continúa con una historia notable sobre el entierro
Cuando Kéfa (Pedro) fue crucificado y Pablo asesinado, junto con muchos de aquellos que se habían convertido en sus discípulos, Marcos y Lucas salieron de noche y llevaron sus cuerpos a la ciudad. Ahora, la cabeza de Pablo se había perdido entre los muertos y no se pudo encontrar. Algún tiempo después, cuando un pastor pasaba por el lugar donde estaban enterrados los muertos, encontró la cabeza de Pablo y la colocó sobre la cima de su bastón, y la puso junto a su rebaño. Por la noche vio un fuego ardiendo sobre ella, y fue a la ciudad e informó al santo obispo Xisto (Sixto) y al clero de la iglesia; y todos reconocieron que era la cabeza de Pablo. Xisto les dijo: “Vigilemos y oremos toda la noche, y saquemos el cuerpo y pongamos la cabeza a sus pies; y si se une nuevamente a su cuello, será cierto que es la de Pablo.” Y cuando lo hicieron, el cuerpo entero fue restaurado, y la cabeza se unió a su cuello como si las vértebras nunca se hubieran seccionado; y los que lo vieron se maravillaron y glorificaron a Dios.
Esta historia milagrosa es bastante similar a algunas de las historias que se encuentran acerca de los sabios en la literatura rabínica. El texto luego cierra con una cuenta muy bíblica de los años de vida del Apóstol Pablo:
Esta historia milagrosa es bastante similar a algunas de las historias que se encuentran acerca de los sabios en la literatura rabínica. El texto luego cierra con una cuenta muy bíblica de los años de vida del Apóstol Pablo:
Desde su llamado hasta el final de su vida fueron treinta y cinco años; recorrió todos los lugares durante treinta y un años; durante dos años estuvo en prisión en Cesarea y durante dos años en Roma. Fue martirizado en el trigésimo sexto año después de la Pasión de nuestro Maestro, y fue enterrado con gran honor en las magníficas catacumbas reales en Roma. Se celebra cada año el día de su conmemoración el veintinueve del mes de Tamuz.
No solo se ha preservado una fecha real para su muerte, sino que es una fecha hebrea. Si es la fecha real en que Shaúl (Pablo) murió o no, no importa tanto. Debemos buscar una oportunidad para recordar a Ieshúa el Mashíaj /Mesías y a sus discípulos, así que el 29 de Tamuz recordemos al hombre que fue designado el “Apóstol de los Gentiles" y toda su compleja enseñanza sellada en sus cartas.
Basado en el comentario de Toby Janicki.