יום כפרים
Iom Kipurim, Iosef & Mashíaj
La narrativa de la Torá cuenta que los hermanos de Iosef hijo de Iaacov el patriarca, vendieron a Iosef a los extranjeros. Primeramente ellos deseaban matar a Iosef, que era justo, cuando él se les estaba aproximando, diciendo: "vamos, matémoslo y arrojémoslo en una de las cisternas, y digamos que una mala bestia lo devoró" (Séfer Bereshit 37:23-24) El Séfer Bereshit continúa narrando que "cuando Iosef llegó a sus hermanos, sucedió que ellos despojaron a Iosef de su túnica, la túnica de rayas de colores que llevaba puesta, y lo tomaron, y lo arrojaron en la cisterna. Pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua". ¿Por qué la narrativa de la Torá hace hincapié al detalle que la cisterna no tenía agua? El agua es un elemento representante de la vida y generador de purificación, eso nos enseña que el hecho que Iosef haya sido lanzado por sus hermanos a un hoyo sin agua, alude al Sheol - donde no hay vida (Salmos 6:5-6) - la tumba, el estado inconsciente y muerto del ser humano. El hecho que el pozo no haya tenido agua a la vez enseña que el odio de los hermanos hacia Iosef, no se reflejaba en Iosef hacia con sus hermanos - ya que el agua refleja.
Habiendo los hijos de Israel lanzado a su hermano Iosef en la cisterna sin agua, pasaron a lado unos midianitas mercaderes y lo vendieron a ellos por veinte piezas de plata. Y el Séfer Bereshit (37:28) hace hincapié que los midianitas "llevaron a Ioséf a Egipto" - al desierto.
Similar a la Torá, pero con un dato importante, relata el Séfer Iovelim (libro de Jubileos 34:12) que: "Los hijos de Iaaqov degollaron un cabrito, mancharon la ropa de Ioséf con su sangre y la mandaron a su padre, Iaaqov, el diez del mes séptimo", mientras que a Iosef, ya vendido por sus hermanos, fue enviado por ellos al desierto, tal y como cuenta la narrativa de la Torá. Eso significa que mientras la sangre de un cabrito inocente, que representaba a Iosef, era presentada delante de Iaaqov su padre, el diez del séptimo mes, en Iom Kipurim, al mismo tiempo Iosef fue lanzado en un hoyo y fue enviado al desierto en Egipto para que los extranjeros se apoderaran de él.
Similarmente sucedió con Ieshúa Meshijá ("el Mashíaj" en arameo), que fue vendido por sus hermanos, lo pusieron a muerte y su sangre fue presentada delante de IHVH. Fue enviado al Sheol y luego fue enviado al extranjero, a los gentiles, donde ellos deformaron su verdadera persona convirtiéndolo en un extranjero ("egipcio" o en su caso "greco-romano"), le cambiaron nombre helenizándolo de Ieshúa a "Iesous", similarmente como le sucedió a Iosef que fue llevado a Egipto, a los gentiles, y le cambiaron el nombre de Iosef a Zafnat Paneaj. Según la narrativa de la Torá, tiempo después el nombre de Iosef fue restaurado, así como el nombre de Ieshúa ya ha sido restaurado.
Esto esclarece la visión del conocimiento del origen de Iom Kipurim. Y en cuanto al origen de Iom Kipurim, el Séfer Iovelim (34:18-19) añade lo siguiente bajo el contexto de la narrativa de la historia de sufrimiento de Iosef: "Por eso se estableció a los hijos de Israel que guardasen luto el diez del séptimo mes, día en que llegó la luctuosa nueva de Iosef a Iaaqov, su padre, y que en él expíen por su pecado con un cabrito, el diez del mes séptimo, una vez al año, pues apenaron las entrañas de su padre a causa de su hijo Iosef. Se estableció este día para que en él se entristezcan por su pecado, por todas sus culpas y errores, para que se purifiquen en este día, una vez al año".