1 En el principio creó Elohim hashamáim (los cielos) y haáretz (la tierra).
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בְּרֵאשִׁ֖ית בָּרָ֣א אֱלֹהִ֑ים אֵ֥ת הַשָּׁמַ֖יִם וְאֵ֥ת הָאָֽרֶץ׃
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Comentario
1. En el principio: La בְּ (Bet) de Bereshit, es una Bet Rabatí (letra agrandada). En Pro 8.23 el escritor crea una alusión a Gn 1.1: "Hashem me poseía, Reshit (principio) de sus caminos, antes de sus obras más antiguas". El hebreo רֵאשִׁ֖ית (reshit) que se traduce como principio, aparece en Pro 8.23 también con una רֵ - Resh Rabatí (agrandada). Por esto el Targúm Ierushalmi comprendiendo la alusión traduce: "En la Sabiduría (behukemá) creó Hashem". El prefijo Bet (ב) de Bereshit 1.1, se puede traducir como “con”, y se refiere a algo por lo que se pone en marcha una causa. Así, “Con Reshit”, es decir, con el uso de “Reshit”, "Elohim creó...etc." Este “Reshit” es Jojmá - Sabiduría, lo cual se determina mirando la primera frase de Sal 111:10, que dice: “Reshit Jojmá”. Como puede leerse en hebreo, hay una línea, llamada Pesiq, entre esta frase y el resto del versículo: ראשית חכמה | ירא. Esto indica que hay algo significativo en él. En este caso, esta frase en hebreo se lee: "Reshit Jojmá" y se entiende como: "El Reshit (Principio) es la Jojmá (Sabiduría)". El libro apócrifo de Sirác provee una transición de la Sabiduría a la Torá. Sirác 24 declara que la Sabiduría es, “el libro de la alianza del Altísimo, la Torá que nos Moshé en heredad para la casa de Jacob.” (Sirác 24:32). En Dt 4.6 también se identifica a la Torá con la Sabiduría divina: "Porque ella es la Sabiduría para ustedes". El Discípulos Amado (Jn 1.1) enseña que en el principio el Logos () estaba con Dios y que era Dios, todas las cosas fueron creadas por el Logos. La "Sabiduría" y el "Habla (“Logos”, )" se tratan como sinónimos en la literatura judía. Por ejemplo, la Sabiduría de Salomón, un libro judío considerado parte de los apócrifos, afirma: "Oh Dios de mis padres y Señor de misericordia, has hecho todas las cosas con tu Habla, con tu Sabiduría has formado a la humanidad". Se trata de un paralelismo sinónimo, en el que la segunda afirmación es la misma que la primera, expresada con palabras diferentes. Así que la Sabiduría y el Logos (“Habla”) son aspectos diferentes de lo mismo. El Habla o en hebreo Davár (), es la expresión del intelecto y la sabiduría hacía el exterior, ya vestida en letras o palabras. Así a la revelación de la Sabiduría de Dios, que es Dios, se le llama Davár únicamente a efectos ilustrativos de su cualidad de revelación. Así como nuestro habla revela lo que está oculto dentro de nuestros pensamientos, a la revelación de la Sabiduría de Dios, hacía el exterior, a su creación, se le llama Habla (“Davár”, “Logos”). En el libro apócrifo de Sirá (24:5) se enseña que la Sabiduría de Dios sale de la boca de Dios como el Habla de Dios: Yo salí de la boca del Altísimo, engendrada antes de toda criatura. (Sirác 24:5). De manera qué, el Davár es el pensamiento de Dios, que se conoce como la Jojmá o Sabiduría de Dios en el libro de Proverbios, que luego es revelado al exterior, a su creación, como el Habla o Davár. De la misma manera que el Habla de una persona es primeramente concebida como el pensamiento, y luego es la imagen expresa del pensamiento. Así Ieshúa es llamado el Habla de Dios, porque fue concebido en el Padre, luego engendrado a su imagen. Además, es también la revelación del Dios infinito dentro de su creación únicamente a efectos ilustrativos de su cualidad de revelación, así como nuestro habla revela lo que está oculto dentro de nuestros pensamientos, a la revelación de Dios para con su creación es llamada Habla. La personificación del Habla de Dios comienza a aparecer en el Sal 33:6; Sal 107:20; Sal 119:89; Sal 147:15.
1a. En el principio: Según la lectura hebrea el texto debe de indicar aquello sobre lo que es el principio. La referencia es al principio del reino de Dios, que es su creación, porque esta misma expresión "Bereshit" aparece en el Tana"j únicamente en relación al principio del reinado de algún monarca (cf. Jer 26.1; Jer 27.1; Jer 28.1; Jer 49.34), de manera que aquí también es el principio del reinado de Dios. El profeta Isaías esclarece esta idea con el siguiente oráculo: "el Cielo es el trono de Dios, y la Tierra el escabel de sus pies" (Is 66.1) y esto indica que según el lenguaje divino del Tana"j la expresión בְּרֵאשִׁית (bereshit) de Gn 1.1 nos habla del Inicio o Principio del reinado de Dios sobre su creación, es decir: “En el principio del reinado de Dios”. Siendo así, la construcción determinada se hace inteligible: el principio del reinado de Dios es el principio de la creación de Dios, y su creación es su reino sobre la cual él es el Rey. Antes de este principio no hubo nadie más que Dios.
1b. En el principio: בְּרֵאשִׁית comienza con una Bet y no con la letra Álef, que es la primer letra del alefato hebreo, pero esto es porque la Álef es silenciosa, y antes de la Bet está la Álef, que representa al Aba, y la Bet representa al Ben, y la siguiente letra que es Resh, representa al Rúaj.
1c. En el principio creó: El texto hebreo en lugar de la lectura: "Bereshit bará": "En el principio creó Elohim", puede leerse: "Bereshit berá Elohim", es decir: "En el Principio el Hijo de Elohim".
1b. Elohím: El vocablo Elohim se refiere al Poder (El) sobre todos los poderes (hem): El Todopoderoso.
1a. En el principio: Según la lectura hebrea el texto debe de indicar aquello sobre lo que es el principio. La referencia es al principio del reino de Dios, que es su creación, porque esta misma expresión "Bereshit" aparece en el Tana"j únicamente en relación al principio del reinado de algún monarca (cf. Jer 26.1; Jer 27.1; Jer 28.1; Jer 49.34), de manera que aquí también es el principio del reinado de Dios. El profeta Isaías esclarece esta idea con el siguiente oráculo: "el Cielo es el trono de Dios, y la Tierra el escabel de sus pies" (Is 66.1) y esto indica que según el lenguaje divino del Tana"j la expresión בְּרֵאשִׁית (bereshit) de Gn 1.1 nos habla del Inicio o Principio del reinado de Dios sobre su creación, es decir: “En el principio del reinado de Dios”. Siendo así, la construcción determinada se hace inteligible: el principio del reinado de Dios es el principio de la creación de Dios, y su creación es su reino sobre la cual él es el Rey. Antes de este principio no hubo nadie más que Dios.
1b. En el principio: בְּרֵאשִׁית comienza con una Bet y no con la letra Álef, que es la primer letra del alefato hebreo, pero esto es porque la Álef es silenciosa, y antes de la Bet está la Álef, que representa al Aba, y la Bet representa al Ben, y la siguiente letra que es Resh, representa al Rúaj.
1c. En el principio creó: El texto hebreo en lugar de la lectura: "Bereshit bará": "En el principio creó Elohim", puede leerse: "Bereshit berá Elohim", es decir: "En el Principio el Hijo de Elohim".
1b. Elohím: El vocablo Elohim se refiere al Poder (El) sobre todos los poderes (hem): El Todopoderoso.
2 Y la tierra estaba tohu vavohu (sin forma y vacía) y tinieblas cubrían la faz del abismo, mas el Rúaj Elohim se cernía sobre las aguas.
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וְהָאָ֗רֶץ הָיְתָ֥ה תֹ֙הוּ֙ וָבֹ֔הוּ וְחֹ֖שֶׁךְ עַל־פְּנֵ֣י תְה֑וֹם וְר֣וּחַ אֱלֹהִ֔ים מְרַחֶ֖פֶת עַל־פְּנֵ֥י הַמָּֽיִם׃
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Comentario
2. El Rúaj Elohim: Literalmente el “hálito” de Dios. Se habla antropomórficamente, como Dios respirando sobre el cielo y la tierra, a punto de hablar y continuar creando, por medio de su Habla, como sucede en Gn 1.3: “Haya luz”. El hálito de Dios, sale de Dios, y se entiende que es el Rúaj / Espíritu de Dios, que comienza a hablar en una comunicación lineal progresiva: “Haya luz” y hubo luz. Ya que sin hálito es imposible expresarse mediante el habla. Esto nos explica que también se creó el idioma hebreo, ya que esto está expresado en hebreo, y se anotan las palabras cuales fueron pronunciadas en una comunicación lineal progresiva.
2a. Se cernía: “Se movía”: el verbo hebreo significa moverse lentamente, revolotear (cf. Dt 32:11) a la manera de las aves. Cf. la paloma como símbolo del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento (Mt 3:16). Nácar-Colunga traduce: “estaba incubando”, como para dar forma y hermosura al universo. El Espíritu Santo es el artífice que sacó de este caos un mundo bien ordenado. El libro de Enoc lo compara con una nube que se cernía sobre las aguas: "Y allí vi cámaras cerradas de las que se dividen los vientos, la cámara del granizo y de los vientos, la cámara de la niebla y de las nubes, y su nube se cierne sobre la tierra desde el principio del mundo" (1Enoc 41.4). El Midrash Rabá identifica al Rúaj Elohim con el Ruaj Mashíaj: "Y el Espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas, es decir, el Espíritu del Rey Mesías" (Midrash Rabá, Vaiqrá 14.1). El Rúaj Elohim, es el Ruaj Mashíaj según Is 61.1, el cual estaba sobre la faz de las aguas como en forma de una paloma, vemos pues la tevilá (inmersión en agua; bautismo) del Mashíaj de manera prefigurada desde el principio.
2b. Sobre la faz de las aguas: El hebreo aguas es Máim, y el hebreo Mariám es el nombre de la madre de Ieshúa. La diferencia entre Máim y Mariám es una letra, la letra Resh, que significa Cabeza, es decir la Resh en el interior de las Máim (Aguas). Hasta que el Ruaj Elohim se paseaba sobre las faz de las aguas es que el Davár Elohim (Habla de Elohim) se manifestó.
2a. Se cernía: “Se movía”: el verbo hebreo significa moverse lentamente, revolotear (cf. Dt 32:11) a la manera de las aves. Cf. la paloma como símbolo del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento (Mt 3:16). Nácar-Colunga traduce: “estaba incubando”, como para dar forma y hermosura al universo. El Espíritu Santo es el artífice que sacó de este caos un mundo bien ordenado. El libro de Enoc lo compara con una nube que se cernía sobre las aguas: "Y allí vi cámaras cerradas de las que se dividen los vientos, la cámara del granizo y de los vientos, la cámara de la niebla y de las nubes, y su nube se cierne sobre la tierra desde el principio del mundo" (1Enoc 41.4). El Midrash Rabá identifica al Rúaj Elohim con el Ruaj Mashíaj: "Y el Espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas, es decir, el Espíritu del Rey Mesías" (Midrash Rabá, Vaiqrá 14.1). El Rúaj Elohim, es el Ruaj Mashíaj según Is 61.1, el cual estaba sobre la faz de las aguas como en forma de una paloma, vemos pues la tevilá (inmersión en agua; bautismo) del Mashíaj de manera prefigurada desde el principio.
2b. Sobre la faz de las aguas: El hebreo aguas es Máim, y el hebreo Mariám es el nombre de la madre de Ieshúa. La diferencia entre Máim y Mariám es una letra, la letra Resh, que significa Cabeza, es decir la Resh en el interior de las Máim (Aguas). Hasta que el Ruaj Elohim se paseaba sobre las faz de las aguas es que el Davár Elohim (Habla de Elohim) se manifestó.
3 Y dijo Elohím: “Haya luz”; y hubo luz.
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וַיֹּ֥אמֶר אֱלֹהִ֖ים יְהִ֣י א֑וֹר וַֽיְהִי־אֽוֹר׃
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Comentario
3. Y dijo Elohím: La manifestación de Dios es el Habla. Esta expresión vaiómer Elohim (y dijo Dios) aparece 9 veces en todo Gn 1. Quizás era de esperarse diez y no nueve veces la aparición de esta expresión, así como la Diez Palabraz (Éx 20), pero la primera vez que Dios habló no aparece en el relato de Gn 1, pero el Salmista dijo: "Por medio del Habla /Davár fueron hechos los cielos" (Sal 33.6).
3a. Sea la luz: La expresión Luz no se refiere a la luz solar, el sol, creado en el cuarto día, es únicamente portador de luz. Aquí la referencia es a la luz como radiación electromagnética y onda de energía. La luz nacida de Elohim es una cosa, la luz que Elohím creó es otra cosa: la luz nacida de Elohim es la Jojmá y Davár de Elohim, pero la luz de Gn 1.3 fue creada por el Habla de Elohim. La mente hebrea no tenía, pues, ninguna dificultad para pensar en la existencia de la luz antes de los cuerpos celestes. El sol y la luna rigen el día y la noche, pero la luz y la oscuridad existen independientemente de ellos. No son sólo la luz y las tinieblas, sino el día y la noche, e incluso la alternancia de la tarde y la mañana (v. 5), lo que se representa como existente antes de la creación del sol.
3b. Sea la luz: Vaiómer Elohím vaiehí or: Y dijo Elohím sea la luz. Con el cambio de las niqudot o puntos masoréticos, el texto puede leerse: Vaimar Elohim yihi or. Esto se traduce como: El Cordero de Dios es la luz. Porque aquí también existe una lectura midrásica en alusión al Hijo de Dios que es la luz del mundo.
3a. Sea la luz: La expresión Luz no se refiere a la luz solar, el sol, creado en el cuarto día, es únicamente portador de luz. Aquí la referencia es a la luz como radiación electromagnética y onda de energía. La luz nacida de Elohim es una cosa, la luz que Elohím creó es otra cosa: la luz nacida de Elohim es la Jojmá y Davár de Elohim, pero la luz de Gn 1.3 fue creada por el Habla de Elohim. La mente hebrea no tenía, pues, ninguna dificultad para pensar en la existencia de la luz antes de los cuerpos celestes. El sol y la luna rigen el día y la noche, pero la luz y la oscuridad existen independientemente de ellos. No son sólo la luz y las tinieblas, sino el día y la noche, e incluso la alternancia de la tarde y la mañana (v. 5), lo que se representa como existente antes de la creación del sol.
3b. Sea la luz: Vaiómer Elohím vaiehí or: Y dijo Elohím sea la luz. Con el cambio de las niqudot o puntos masoréticos, el texto puede leerse: Vaimar Elohim yihi or. Esto se traduce como: El Cordero de Dios es la luz. Porque aquí también existe una lectura midrásica en alusión al Hijo de Dios que es la luz del mundo.
4 Vio Elohim que la luz era tov (buena; hermosa); y dividió Elohim la Or (luz) de la joshej (tinieblas).
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וַיַּ֧רְא אֱלֹהִ֛ים אֶת־הָא֖וֹר כִּי־ט֑וֹב וַיַּבְדֵּ֣ל אֱלֹהִ֔ים בֵּ֥ין הָא֖וֹר וּבֵ֥ין הַחֹֽשֶׁךְ׃
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Comentario
3. Vio Elohím que la luz era tov (buena; hermosa): Es decir, hermosa y conveniente para su creación y los seres humanos. Esta luz era la luz creada para el ser humana, pero existe una alusión midrásica al Davár de Dios, por quien fue hecha esta luz, y este Davár es la luz verdadera para todos los hombres (cf. Jn 1.4, 9). Así como la luz ilumina al hombre en su caminar diario, y bajo ella no tropieza o cae, como en la noche (Jn 9:9-10), así el ser humano, caminando moralmente a la “luz” de la Torá, de la Sabiduría o del Habla divino, no tropieza ni cae en su marcha moral hacia Dios: “Tu Habla es lámpara para mis pasos, una luz en mi sendero” (Bar 3:38-4:3; Sal 119:105; 19:9; Pro 4:18-19; 6:23; Sab 6:12; 7:10.30; Ecl 2:13).